Puerta de los Apóstoles

Esta puerta fue decorada por el prestigioso y reconocido escultor Damián Forment. Era la época de finales del gótico y principios del Renacimiento, por eso las esculturas serán renacentistas.

Preside la escena, desde el tímpano, la imagen del Creador, escoltada por los arcángeles Miguel y Gabriel. En el parteluz, la imagen de la Virgen, coronada; y en las hornacinas laterales, las figuras de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. En el dintel, entre el tímpano y el parteluz, los blasones de la familia Borja. El conjunto resulta altamente armonioso, por cuanto suponía la fusión de dos estilos que se complementaban: la estructura era fundamentalmente gótica; la escultura, renacentista, como ya hemos señalado.

La belleza de aquellos rostros serenos y expresivos, la pose y gestos de aquellas figuras, la delicadeza de los plegados y, sobre todo, la sensación de movimiento eran ya, en efecto, rasgos renacentistas que animaban la austeridad ojival. Marcadamente renacentistas eran también los blasones de la familia ducal.

Pero esta belleza desapareció tras los luctuosos sucesos de la Guerra Civil Española. El 2 de agosto de 1936 la Colegiata de Gandía empezó a sufrir un pavoroso incendio que se repitió tres veces. También la puerta era demolida, y las figuras derribadas o vendidas en el mercado negro, perdiéndose algunas para siempre. Aunque es cierto que encontramos algunas en el Museo de Arte de Cataluña en Barcelona, sin interés de devolverlas hasta el momento.

La obra que hoy podemos contemplar es una copia realizada hace pocos años por dos grandes escultores Esteve Edo y el gandiense Ricardo Rico. El esfuerzo y el buen trabajo de ambos hizo posible recuperar la belleza de la catequesis escultórica. ¡Pues qué es la Puerta de los Apostóles sino una pequeña representación de lo que nos espera a la entrada del cielo! Nos recibe Dios Padre, custodiado por sus dos ángeles, a sus pies la Santísima Virgen, acompañada de las dos columnas de la Iglesia, los Apóstoles Pedro y Pablo, uno con las llaves y otro con la espada, dando nombre a todo el conjunto.

Antes de entrar reza un Padre Nuestro por nuestros y tus familiares difuntos. Entrar por la Puerta de los Apóstoles es como entrar por la Puerta del Paraíso.