Introducción

A finales del siglo XV solamente existía en nuestra ciudad la parroquia de Sta. María pero Alejandro VI (el segundo Papa Borja), por consideración y llevado por el singular afecto y devoción que siempre tuvo a la Iglesia de Gandía, la erigió en Colegiata por Bula del 26 de octubre de 1499. Con ello, aun no siendo la Colegiata un museo, si bien hay muchas cosas que merece la pena conocer. Durante su visita a la Colegiata es posible que coincida con alguna celebración. Rogamos respete esa plegaria y le invitamos a que se una a ella en unos momentos de silencio. Si necesita algo más puede buscar a un sacerdote para realizar una consulta o su confesión.

Se dice que en el siglo VIII ya había un Iglesia visigótica construida sobre una pequeña parte del solar de lo que hoy es la Colegiata. Pero de eso no tenemos pruebas porque la conquista musulmana arrasó con cualquier testimonio cristiano que pudiese existir con anterioridad. Ni tampoco hoy podemos afirmar a ciencia cierta que existiese a los pies de la Colegiata una mezquita.

Hacía el 1240 las huestes de Jaime I tomaron el Castillo de Bayrén y ocuparon la comarca de la Safor. En 1245 se erigiría la Parroquia, bajo la advocación que hacía siempre Jaime I tras conquistar una Villa: la Asunción de Nuestra Señora.

Por lo tanto, a finales del siglo XIII se habría levantado un templo gótico, que formaría un conjunto con la torre románica, base del actual campanario. De este templo aún tenemos restos. Pero a finales del s. XIV, rigiendo los destinos políticos de la entonces Villa de Gandía D. Alfonso de Aragón (Alfons «el Vell»), Señor de dicha Villa por espacio de más de cincuenta años y Duque Real desde 1399, se emprendió la construcción de un templo, también de estilo gótico (la mitad de la iglesia que hoy podemos contemplar). A la muerte de Alfons «el Vell», su hijo Alfonso «el Joven» continuará las obras de remodelación, con el arquitecto Nicolau Esteve. Pero Alfonso «el Joven» muere en 1424 sin descendencia, dando pie a la compra del Ducado por parte de Rodrigo de Borja (el Papa Alejandro VI), a favor de su hijo Pedro Luis de Borja, convirtiéndole en el primer Duque Borja de Gandía. Esta familia tendrá mucho que ver a partir de entonces en todas las remodelaciones y construcciones, así como también de los privilegios que ha recibido la Insigne Colegiata.

Será con la regencia de María Enríquez (abuela de san Francisco de Borja, patrono de la ciudad), la que consiguió una bula papal por parte de Alejandro VI (Rodrigo de Borja), la cual elevaba la parroquia de la Asunción a Colegiata. Estos honores hacían necesario continuar la remodelación iniciada por Alfons «el Vell», y con el buen gusto que tenía la Duquesa, ampliaba la Colegiata, hasta contemplar la estructura que hoy podemos admirar. Pues la Duquesa María Enríquez mandaría construir la segunda mitad del templo, es decir, desde la puerta de Sta. María hasta la puerta trasera o de los Apóstoles, puerta en la que dos lápidas recuerdan la erección de la iglesia parroquial en Colegiata, y el culmen de las obras:

ALEXANDER VI PONT. MAX. SUPLICE ILL. MARIA HENR. DUCE GAND. HUJUS ECCL. COLLEGIUM INSTITUIT ANNO POST JESU NATALE MILLESIMO QUINGENTESIMO. Alejandro VI, Sumo Pontífice, a petición de la Duquesa de Gandía, María Enríquez, instituyó el Colegio de su iglesia en el año 1500 del nacimiento de Cristo.

IMPENSA ET AUSPICIIS IL. MARIAE HENRICES ET EJUS FILII JOHANNIS BORGIAE DUCUM GANDIAE A PORTA ULTERI CITRA EST HOC FANUM REPLETUM AMNO QUINGENTESIMO SUPR. MILL. POST VIRGINEM ENIXAM. A expensas y bajo el mandato de María Enríquez y de su hijo Juan Borja, duques de Gandía, se completó este templo desde la puerta de allá hasta la de acá en el año 1500 del alumbramiento de la Virgen.